Hay muchos soberanos y muchas soberanas que podrían ganarse perfectamente la vida si perdieran el trono y la fortuna.
El zar de Rusia podría hacerse de millones con su voz de tenor, que, según dicen, rivaliza con la de los artistas mas afamados.
El rey de Grecia es también un gran hombre de negocios.
Del emperador de Alemania no hay necesidad de hablar. Sus dotes variadas de pintor, músico, orador, arquitecto, escultor, ingeniero naval, etc., etc., no le dejarían vivir en la miseria.
La reina de Portugal está doctorada en Medicina, y dícese que ella es la que asiste profesionalmente al rey y a los demás individuos de la real familia.
También se asegura que, caritativa en extremo como es, visita de incognito a muchos pobres de Lisboa y atiende a sus enfermedades.
Además, tiene prodigiosa habilidad para hacer sombreros, y en una de las habitaciones apartadas del palacio tiene a varias operarias trabajando constantemente en hacer capotas, tocas y sombreros bajo su dirección.
Nuestra compatriota la emperatriz Eugenia y la princesa de Gales se distinguen por su habilidad para la confección de trajes, y si se arruinaran y abrieran taller, eclipsarían la fama de Worth.
La reina Margarita de Italia, tiene la reputación de ser una de las mejores poliglotas de Europa; además conoce perfectamente toda la literatura del mundo.
La marquesa de Lorne, hija de la reina Victoria, rivaliza con los mejores escultores.
El rey de Dinamarca (padre de una porción de soberanas) demostró en los días de pobreza, cuando no contaba con que pudiera llegar a el la corona, que podía ganarse la vida enseñando lenguas.
Otra aficionada al teatro, y buena actriz, es la reina Guillermina de Holanda. En su palacio de Het-Loo tiene un teatrito, en el cual se representan obras bajo su dirección, y haciendo ella y sus amigas los principales papeles.
Revista “Alrededor del Mundo” 16/06/1899
Imágenes Corbis y Wikipedia
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