En esta secuencia de este filme húngaro dirigido por Steve Sekelly aparecen el elegante y distinguido Pál Jávor, Iren Ágay como Emmy, Antal Páger, Gábor Rajnay, Mici Erdélyi, Ella Gombaszögi, cantando una canción con el título "Szeressen egy kicsikét" (Ámame un poco (?)) cuya letra desconozco pero poseedora de una dulce nostalgia.
Esta canción ha sido llevada al éxito por otros artistas, entre ellos Miller Zoltán.
0 com
Ouida Bergère, hija de padre español y madre inglesa, nació en un tren en España y vivió en Madrid hasta los cuatro años, fecha en que se trasladó con sus padres a Paris y luego a los Estados Unidos. Ouida escribió varios scripts para películas y se casó con Basil Rathbone (el famoso Sherlock Holmes). También se dedicó a escribir para periódicos al tiempo que escribía historias en la época del cine mudo.
Esta versátil mujer se había casado con anterioridad con el famoso director de cine George Fitzmaurice, y escribió guiones para actrices y actores muy conocidos en la época y recordados hoy también, tales Mae Murray, Pola Negri, Corine Griffith, Betty Compson y Bert Lytell.
Ouida trabajó además en otros países como Inglaterra, Italia y Francia. Allí escribió el guión de "La Ciudad Eterna" (1923), basado en la novela de Hall Caine y producida por Samuel Goldwyn. Era la época del Fascismo y en dicha película aparece el mismo Mussolini. Al casarse con Rathbone, Ouida dejó el cine en activo para dedicarse a la asistencia de los negocios cinematográficos de su esposo.Con él compartió un hijo del matrimonio anterior de Rathbone y más tarde adoptaron una hija, Cynthia Rathbone (1939-1969).
Como actriz, Ouida apareció en las películas "Getting Even" y "Mates and Mis-Mates", ambas en 1912.
A Ouida le encantaba organizar fiestas. Y cuando en una escena de la película "The Ghost Breakers" Basil no acudía a un evento, debido a una fuerte tormenta, Bob Hope comentó que "debe estar en alguna fiesta", por lo coual Ouida era una anfitriona tan conocida que se quedó en leyenda.
En la foto aparece Ouida con Basil y el hijo de éste.Rodion. Ouida murió en Nueva York, en 1974. Y hoy es su cumpleaños. Tendría 121 años....
Al ver estas imágenes de un film para la televisión dirigido por Jean Renoir, y destacándose su forma de caminar, de moverse, de mirar, enseguida he recordado al personaje de Jean-Baptiste Grenouille tal y como el autor Patrick Süskind me lo hizo sentir en su obra "El Perfume". Claro está que a pesar de las descripciones que los autores hacen de sus personajes, cada lector tendrá su propia idea, la imagen particular de cada uno de ellos. En mi caso, Opale (Jean-Louis Barrault), al personaje que aparece aquí sólo le faltan algunos atributos de "Uriah Heep" de David Copperfield como seguramente esas manos eternamente húmedas, nerviosas y que quieren mostrar tranquilidad, algo completamente imposible por la carga neurasténica que esconden.
El hecho es que esta película de Renoir fué dirigida en 1959 y ya ahi veo ese personaje asesino que imaginé mientras leía la novela de Süskind.
A veces, la imaginación es producto de la imaginación de otros, aunque sea de manera inconsciente. O quizá no sea tanto la imaginación, sinó más bien la inspiración. Y por supuesto Renoir se inspiraría en otras obras, o en pequeños detalles de la vida cotidiana y de autores que leyó no se sabe cuando. Siempre existen los paralelismos, pero las obras son todas diferentes.
La verdad es que no había visto que dos personas se hablasen por teléfono de esta forma. Quizás eran otros tiempos y las llamadas apenas valían nada. No existía la "tarifa plana", no sé cuánto pagarían estas dos personas al mes en teléfono, pero si de esta forma se daban los buenos días....
Por supuesto no es tan atractivo como él, pero el galán de este clip tiene toda la retirada de Anton Walbrook (Adolf Wolbrück).
Hay que ver lo importante que eran los cigarrillos en esa época del cine. Creo que si no hubiesen habido cigarrillos el humo del glamour habría quitado gran parte de la magia de algunas escenas.
La actriz que aparece en la segunda secuencia (Zita Szeleczky - leer el comentario de casuisticus) , más que de Europa del Este parece de algún país asiático, por el tono de la voz.
Las canciones de esta época del cine siempre tendrán un encanto perdurable.
El fonógrafo de la secuencia final con Katalin Karády es toda una joya para coleccionistas como la presente.
Katalin Karády cantando una dulce canción que no entiendo pero no deja de parecerme hermosa.
Nació el 8 de Diciembre de 1910 en Budapest, entonces Imperio Austro-Húngaro y hoy Hungría. Murió en 1990.
El hombre galante del piano es Javór Pál, y esta escena pertenece a Egy tál lencse -Un bol de lentejas- (1941)
El momento en que Katalin se une con Pál al piano es muy romántico!
Esta secuencia muestra en sus primeras imágenes escenas que bien pueden parecerse a las de las películas en las que se muestra la extrema soberbia de los oficiales nazis que aparecen en diversas películas dirigidas por sus detractores. Las expresiones, los uniformes, dicen mucho de los extremos a los que podían llegar en cuestión de torturas. Hay algo que aunque no tiene nada que ver en cuanto al tema, me recuerda a la película Macao, l'Enfer du Jeu, de 1942, interpretada por Erich von Stroheim. La blancura del filme, casi como quemado, me recuerda bastante. La actriz que se arrodilla y conmueve al torturador impasible, se llama Guang Bai, y murió hace unos años, en 1999. En esta escena es muy difícil convencer a un torturador como este, sin embargo el deseo íntimo de salvar a Huang Ho es tan grande que la soberbia del militar se ve empequeñecida a medida que pasan los segundos. Cómo puede convencer una mujer a un torturador para que cese la violencia hacia el hombre que ama? El amor lo puede todo? En esta escena se demuestra hasta qué punto.
La película fué filmada en Hong Kong y dirigida por Pinggian Li. El título original es Yi dai yao ji y está interpretada en mandarín.
Esta película tengo que verla completa. Me parece un film muy bueno. Está basada en la novela de Alexander Beliaev. Esta es la versión de 1962 y tuvo record de asistencia en las salas de cine de la antigua URSS. Se filmó en la costa sur de Crimea y ahora se está desarrollando el proyecto de puesta a punto como juego para Playstation 3.
El título original de esta película es Chelovek-Amfibiya (El Hombre Anfibio) y fue dirigida por Vladimir Chebortaryob.
Desde el principio de la película se advierte la calidad de la puesta en escena, el color, el sonido, la música bajo el agua es subyugante, y en cuanto a detalle, el momento en que Gutiere (la chica, fijaos en la cruz que lleva al cuello, en plena Rusia comunista) es empujada por el hombre anfibio. Eso me recuerda algo que viví de pequeña, una experiencia de las llamadas "cercanas a la muerte", en el mar, donde sentí que una mano me empujaba hacia arriba. Pero claro... el hombre anfibio no era, sinó quizás sería un ángel, o un pulpo salvador............ eso nunca lo sabré.
Creo que necesitamos esa clase de cine, un cine club de calidad, que nos haga conocer las obras de otros países, películas de gran calidad, con trasfondo, y esta lo es, además de ser de aventuras.
Cuando las nuevas danzas escandalizaban a los tranquilos ciudadanos de a pie, sentandos en cafeterías durante las veladas festivas, los había dispuestos a levantarse y decir cuatro cosas al bailarín atrevido. Es divertido ver sus caras y, en el fondo, la envidia sana aunque no aparente, por un tiempo que no volverá, una juventud que vibra con la música y se deja llevar. Las danzas atrevidas, como en su tiempo el famoso vals con sus vueltas enloquecidas a medida que sonaban las notas, el tango que enfadaba a las familias de bien, el rock and roll, y la pelvis de Elvis... la historia se repite y se repetirá.
Estas son imágenes de "Csak egy kislány van a világon", película húngara de 1930. Interpretada por Gusztáv Vándory y Pál Jávor. Fue dirigida por Bela Gaal y el guión es de Emil Martonffi
Csak egy kislány viene a decir algo así como "sólo un beso"..
La cinta es de mala calidad pero vale la pena escuchar la serenata que viene después del baile.
La Paloma es una Habanera que fue compuesta por el Maestro alavés Sebastián Yradier (1809-1965). Famosa en muchos países, apareció como melodía de fondo e incluso cantada en diversas películas, la más antigua con el mismo título, "La Paloma", en 1930, y la última en "Matchstick Men", película norteamericana del año 2003 protagonizada por Nicolas Cage.
La Paloma ha sido cantada en varios idiomas. He escogido esta versión por la dulzura de la voz del intérprete y por salir del idioma y escuchar cómo suena esta melodía tan nostálgica en labios con acento extranjero, concretamente polaco.
Se trata de una versión de 1934, interpretada por Astón.
Esta canción también aparece en "La Vida Privada de Don Juan", interpretada por Douglas Fairbanks en el año 1934 y dirigida en el Reino Unido por Alexander Korda, cineasta austriaco.
Este hombre que aparce cantado se llama Johannes Heesters; nació en Holanda y hoy ha cumplido 105 años. Está vivito y coleando, incluso sigue cantando. Fué un famoso cantante de cabaret. Pero al mismo tiempo lo encuentro muy irresistible. Esta canción es muy famosa. Lo acompaña Edith Schollwer. La película fue dirigida en 1937 por Georg Jacoby y se realizó en Alemania. He visto al Johannes Heesters de hoy y aunque está muy anciano, se le nota mucha fortaleza. Este año incluso cantó en una gala. El tiempo de antaño, el glamour de antes... ay! que lejano y cercano se ve al tiempo!
Gasparone es el nombre del personaje interpretado por este elegante actor y cantante, un bandolero de mucho cuidado, a pesar de la cara angelical del caballero.
La verdad es que Erich von Stroheim está mucho más sexy hablando en Francés que en Inglés.
Fijaos como intenta pronunciar bien, lo que le obliga a "sobre pronunciar" haciendo que sus labios estén a punto de decir "otras cosas" a la dulce damisela, Madame Holt.
Pierre Chenal dirigió esta película en 1937, y la etapa francesa salvó a Erich von Stroheim de la miseria económica. Antes de dar el salto a Francia para filmar La Grande Illusion, había pasado dias y noches en una pensión de mala muerte en Nueva York en compañía de su fiel Denise Vernac, y la casera contaba que guardaban las monedas en una botella de plástico. Así, el director de una de las mejores obras del cine, Avaricia, en la que se critica la codicia que lleva a cometer actos inhumanos, resulta que fue dirigida por el que un día no tendría apenas para subsistir. Erich tuvo que dejar Francia por la amenaza nazi, y su reclusión con Denise en un cuartucho de Nueva York demuestra que esa mujer lo amaba por encima de todo y de todos. Por eso, siempre vivió con ella hasta el día que murió, en Francia.
Pero su francés sigue siendo malo, las cosas como sean. Pero le dan un toque gracioso, que contrasta tanto con la imagen del "Hombre que Usted Quiso Odiar". Va por tí, Erich, y por todas tus películas.
En L'alibi aparece Louis Jouvet, otro pedazo de actor. Erich juega a hacerse el sueco, y su sangre fría es espeluznante. Cuando mira a una mujer, le está diciendo algo más de lo que dicen sus palabras, y eso lo hacía tan magnético a pesar de un físico no agraciado precisamente. Había una brutalidad sexual perfectamente disimulada.
En sus tiempos de Hollywood, se le ponía fama de dicatador, de castigador, de histérico. Se enviaron periodistas para hacerle una entrevista, y cuando éstas llegaron a sus respectivos periódicos, dejaron estupefactos a los directivos: solo había palabras sobre la bondad, la caballerosidad de Erich... Los directivos les preguntaron: pero no hos hemos dicho que nos deis el perfil de este energúmeno?
A lo que ellas respondieron: lo sentimos pero no podemos hablar mal de él. Ese hombre es todo corazón.
Pues ahí va eso.
Mirar por la cerradura de una puerta es de voyeurs. Lo saben ustedes, señores?
Rosen in Tirol es una película alemana de 1940. Se trata de una de las operetas que se hacían tanto en aquellos años. Los amores de un duque y una duquesa son el tema principal de esta película dirigida por Géza von Volváry. Johannes Heersters vuelve a aparecer aquí. Pero en estas imágenes se ve una mujer y la escena the rechifla típica: la mujer en la silla, desmayada y el criado aguantando que no se caiga. . .
Maria Holst y Dorit Kreysler se lo pasan pipa entonando El Danubio Azul. Llega un momento en que la compenetración es tan intensta que los caballeros miran al suelo.... y ellas se rien y casi se besan.
Fantástica secuencia. Preciosas palabras y maravillosa actitudo desdeñosa de Madame la Contesse... que se larga y deja plantada a Marie José cantando "Un peu d'Amour".
Ahí se nota que aunque se queje, tiene todo el amor que necesita.
Me gusta el juego del contraluz en esta escena. Suavidad, sutileza, poesía.
El director utiliza algo tan sencillo (y complicado) como la luz y la sombra. No hay efectos especiales, es el auténtico cine que utiliza herramientas naturales sin prisas para dar la calidez y misterio que es la magia del cine.
La lentitud, la calma de este tipo de películas asiáticas da un aire tan antagónico del tiempo enloquecido que llevamos contra reloj.
Ella desea morir pero cuando escucha que el le dice que lo siente, entonces se da cuenta de que quiere vivir. Es una balada al amor. Bonita imagen al final.